El chaiselongue es uno de los tipos de sofás más demandados. El alto nivel de comodidad que proporciona, el enorme espacio que es capaz de ofrecer y el hecho de que algunos incluso incluyan un canapé para guardar ropas, mantas y demás objetos asociados al descanso, ahorrando espacio en percheros y armarios de dormitorio, hace que sea la opción preferente por muchos usuarios.
Sin embargo, una duda asalta a muchos consumidores que pretenden contar con un sofá chaiselongue en su salón: ¿a qué lado es recomendable ponerlo? ¿Tienen una posición ideal predeterminada? Te sacamos de dudas.
Qué tienes que tener en cuenta a la hora de ubicar un chaiselongue
No lo vamos a negar: un sofá chaiselongue necesita espacio. Bastante espacio, de hecho, si lo que quieres es colocarlo en un salón para poder disfrutar de momentos en familia o ver películas junto a tus amigos. Pero, dada la complejidad que presentan algunos sofás que no cuentan con un sistema modular, es necesario pensar antes qué lugar va a ocupar el sofá y, sobre todo, si va a ser el idóneo.
Ten en cuenta que, por mucha comodidad que pueda ofrecer un chaiselongue, es indispensable que el sofá esté ubicado en un lugar que fomente el descanso y el correcto mantenimiento de la postura durante tus momentos de relax. Por eso, lo habitual es colocarlo en el salón o en la estancia donde suela verse la televisión en el hogar, ya que es el sitio perfecto de recogimiento, pero no siempre tiene por qué ser así. Considera comprobar los siguientes aspectos antes de decidir la posición final de tu chaiselongue:
- Que no fuerce las posturas. Una de las cosas que más llama la atención del chaiselongue es que cuenta con espacio suficiente para varias personas gracias a un diseño perpendicular que ofrece sitio a ambos lados del cuerpo principal.
Por eso mismo es necesario que hagas pruebas antes de ponerlo definitivamente en un lugar: tienes que comprobar que desde cualquier posición el cuello no sufre lesiones, que permite a quien lo esté usando que puede tumbarse o sentarse sin forzar la postura y que la televisión está ubicada en el centro para evitar que los que estén ubicados en un lado o en otro sufran distensiones musculares con el tiempo.
- La mesita del salón, a una distancia prudencial. Un sofá chaiselongue es una apuesta segura para ganar en comodidad y en confort, pero el espacio no tiene que ser un problema para disfrutarlo como toca. De hecho, para evitar lesiones lo mejor es que el espacio central del sofá, que normalmente estará ocupado por una pequeña mesa, guarde una distancia mínima de seguridad para poder desplazarse sin problemas.
- Siempre lejos de la puerta. La idea de un chaiselongue es que, a pesar del espacio que requiere ubicarlo, potencie la sensación de amplitud del salón. Por eso, lo más recomendable siempre es ubicarlo cuanto más lejos de la puerta mejor. Esto hará que el espacio que hay entre la entrada de la vivienda y el salón parezca más amplio de lo que es, maximizando las posibilidades espaciales del hogar.
También es una buena idea recurrir al chaiselongue para separar estancias y crear ambientes diferentes. Esto suele ocurrir mucho en aquellas casas que cuentan con un amplísimo salón comedor, y que buscan potenciar el descanso en un lado mientras la otra mitad está más pensada para los eventos familiares, las comidas y las actividades de los peques.
- Elige en qué lado ubicar el brazo largo. Una de las cosas que más gusta del sofá chaiselongue al consumidor es la capacidad que tiene de adaptarse a las necesidades de cada salón. A pesar de que los requisitos de espacio son más altos con esta clase de sofás que con cualquier otra, también es cierto que cuentan con un elevado nivel de flexibilidad.
Por ejemplo, el brazo largo del chaiselongue puede ir a derecha o izquierda, dependiendo de las características de cada salón. En función de la orientación del mismo, podrás ubicarlo a un lado u otro, dependiendo de las preferencias de cada usuario. Pero ten en cuenta lo que te comentábamos más arriba: trata siempre de comprobar todas las posiciones del sofá para cerciorarte de que cuentan todas ellas con un buen ángulo de visión y tus músculos no sufren.
Otras alternativas para sacar más partido del chaiselongue
Estas opciones de orientación no son inamovibles y puedes elegir otras maneras de sacar partido de tu sofá chaiselongue. Una buena forma de maximizar la sensación de amplitud es colocar la pequeña mesita detrás del sofá, algo especialmente útil cuando se trata de una alargada. Esto es fantástico cuando se busca poder crear un espacio común sin molestias ni interferencias, y va especialmente bien cuando hay niños pequeños en casa.
Si tu casa dispone de un enorme ventanal que da al exterior, opta siempre por colocar el sofá frente a la ventana o, al menos en uno de sus lazos. Nunca des la espalda a la luz: reflejará de una manera molesta sobre la televisión y cualquier dispositivo electrónico que utilices mientras descansas. Además, tener vista al exterior da una sensación de perspectiva muy agradecida que a los salones les va fenomenal, así que no lo dudes.
Si dispones de una librería, hay una manera de hacer que tu salón se sienta recogido y familiar: ubicar el sofá justo en el lado de la librería para dejar el lado restante libre, algo especialmente útil cuando se quiere reservar un buen espacio para una televisión grande o para un cuadro de gran tamaño. También es una buena solución para disfrutar de unas espléndidas vistas al exterior, así que no dudes en exprimir todas las posibilidades que la disposición de tu salón y del sofá ponen a tu alcance.