Cuando nos metemos de lleno en el tema de los tipos de colchones y los materiales que se utilizan para fabricarlos, normalmente no nos llevamos ninguna sorpresa porque conocemos más o menos las propiedades que ofrece cada uno.

Sin embargo, al profundizar en la cuestión podemos llegar a encontrar algunos bastante sorprendentes. Y es que la industria ha ido cambiando mucho con el paso de los años, y a día de hoy los materiales que se usan para hacer un colchón son seleccionados cuidadosamente para garantizar precisamente lo que un colchón ofrece: mejorar la calidad de tu descanso.

De qué material son los colchones

Es bastante común que no queramos saber qué lleva algo mientras funcione, pero si te pica la curiosidad te animamos a que sigas leyendo para que sepas de qué está hecho un colchón. Obviamente, la respuesta dependerá del tipo de colchón del que estemos hablando, ya que en este sector la composición influye en la tipología (la denominación “colchón de látex”, por ejemplo, es a su vez denominación de tipo y designación de material).

Hay cuatro materiales básicos que son utilizados para la fabricación de los principales tipos de colchones: muelles, látex, tejido viscoelástico y espuma HR de alta densidad. Estos materiales coinciden con los cuatro tipos de colchones más comunes que, además, están considerado como los mejores que se pueden encontrar actualmente en el mercado.

Colchones de muelles

Los colchones de muelles son los más antiguos, aunque han ido sufriendo mejoras con el paso del tiempo. A día de hoy están fabricados con muelles bicónicos con forma de reloj de arena, que les da esa capacidad tan única de transpiración (que ningún colchón ha podido igualar hasta ahora), y fomenta la elasticidad de los tejidos, evitando así roturas indeseadas y malformaciones a causa del peso.

Normalmente, el hilo que da forma a los colchones está repartido en forma de Z, lo que da al colchón en conjunto un plus de resistencia. Los muelles están, además, unidos por hilos de acero para reforzarlos.

También se puede dar el caso de que un colchón de muelles presente una estructura de muelles continuos. Esto significa que aumenta la densidad del alambre (hay más alambre repartido por el colchón), lo que hace que el colchón sea más firme y resistente. Ten en cuenta además que esta estructura los hace más duraderos y sustentan mejor el cuerpo, más incluso que los muelles bicónicos, por lo que son ideales para camas de matrimonio.

Por último, podemos estar hablando de camas con muelles ensacados, que presentan una forma de barril muy característica. Cada uno de ellos se mete dentro de una bolsa o saco textil que evita el roce, aumentando la comodidad y la resistencia. Es el sistema más utilizado para las camas dobles, dada la durabilidad que han demostrado tener estos muelles y la reducción en el nivel de fricción que presentan con el paso del tiempo.

Colchones de látex

El látex natural es un material que se obtiene del árbol del caucho. De aspecto blanquecino, destaca por su elasticidad y su resistencia. El látex sintético trata de imitar estas propiedades, manteniendo el nivel de elasticidad del mismo y eliminando los alérgenos.

Es un material ideal para quienes tiendan a moverse mucho por las noches. Ofrecen un nivel de adaptabilidad perfecto, una firmeza sobresaliente y optan por mantener un microclima ideal. Además, son perfectos para distribuir de manera uniforme el peso del cuerpo.

Sin embargo, estos colchones tienen el hándicap de la transpiración, como suele ocurrir con todos los colchones que cuentan con núcleos de espumación, por lo que hay que tener en cuenta otras alternativas si es una persona calurosa la que lo va a utilizar.

Los tejidos viscoelásticos

Se trata de un tipo de fibra que fue desarrollado por la NASA para amortiguar la presión a la que estaban sometidos los cuerpos durante el despegue espacial. Con el tiempo, se han ido conociendo las propiedades de estas fibras y ahora son empleadas para fabricar colchones de gran calidad.

Es de los mejores materiales para hacer un colchón que puede haber, ya que este tejido se adapta al contorno del cuerpo y permite apoyar el cuerpo entrando en contacto con la superficie del colchón al 100%, sin concesiones, dejando que el propio tejido absorba la presión y fomentando el correcto descanso del mismo.

Aunque de entre todos los tipos de colchones que hay y los materiales que se usan para fabricarlos solo podrás elegir uno, lo mejor es que adaptes tu presupuesto a las necesidades de tu descanso para garantizar que tienes a tu alcance el mejor modelo para asegurarte un sueño reparador y de calidad. En este sentido, los colchones viscoelásticos suelen ser los mejores gracias a su extraordinaria capacidad de adaptación a la postura y al peso del cuerpo.