A la hora de elegir el sofá perfecto para tu salón, te detienes en aspectos como el diseño, la forma, el color o el tamaño. Sin embargo, un elemento clave en la comodidad y confort de tu nuevo sofá tiende a pasar desapercibido: hablamos de la espuma.
¿De qué sirve tener el sofá más bonito del mundo si no es nada cómodo? Estética, funcionalidad y confort son tres aspectos clave que has de tener en cuenta en la elección de tu sofá.
Tú, mejor que nadie, sabrás qué estilo de sofá quieres, cuál es el tamaño ideal en relación a las dimensiones de tu salón y si prefieres rinconera o chaise longue, pero, quizá, necesites algo de orientación en lo referente a los tipos de espuma sofá. Si es así, ¡estás en el lugar adecuado!
A continuación, te contamos todo lo que tienes que saber acerca de los tipos de espuma de sofá y qué aspectos has de tener en cuenta para elegir la más adecuada.
Tipos de espumas para sofás
Antes de sumergirnos en los diferentes tipos de espuma para sofás que puedes encontrar, has de saber que, la mayoría de los sofás, están fabricados con espuma de poliuretano, debido a las magníficas prestaciones que brinda.
Se trata del material destinado a recubrir el armazón, cojines de los asientos y respaldos de los sofás. Dependiendo de su densidad, la cual se adapta a las diferentes partes del sofá para ofrecer la máxima comodidad posible, se presenta en diferentes colores.
La densidad se mide en kg/m3 y se trata de la referencia que habrás de tener en cuenta para elegir la dureza, resistencia y firmeza de tu sofá. Al hablar de densidad, recuerda que es un término que hace referencia a la calidad de la espuma, no al grosor de la misma. A mayor densidad, mayor será la elasticidad de la espuma.
A continuación, te presentamos una clasificación de espumas de sofá en base a sus densidades.
Espuma de densidad de 20 kg/m3
La densidad de 20kg/m3 es calificada como una espuma blanda de buena firmeza. Esta espuma se destina, especialmente, a los respaldos de los sofás y, también, a los reposabrazos, es decir, zonas del sofá que no están sometidas a tanta presión como los asientos.
¿El motivo? La vida útil de esta espuma no es muy larga, por lo que, si se usa con demasiada frecuencia, tiende a desgastarse rápido.
Espuma de densidad de 25 kg/m3
La espuma de densidad de 25kg/m3, se corresponde con una densidad media. Su grado de durabilidad es superior a la anterior, por lo que puede destinarse a los asientos de los sofás.
Sin embargo, estamos ante una espuma de baja resiliencia, es decir, le cuesta recuperar su forma original, dado que no es muy flexible. Es, por ello, que su resistencia y amortiguación es menor en comparación las espumas de densidades superiores.
Espuma de densidad de 30 kg/m3
Es la espuma ampliamente utilizada en los sofás convencionales. Se destina a muebles a los que se les de un uso frecuente, puesto que su dureza y durabilidad son altas.
Estamos ante la espuma perfecta para cualquier sofá de uso frecuente, por lo que es muy empleada en una amplia variedad de asientos, como los puffs, los sofás de pallets o las bases y cojines de sillas.
Espuma de densidad de 35 kg/m3
La espuma de mayor densidad es la empleada en sofás de uso habitual e intensivo. Tal y como hemos adelantado, mayor densidad no significa que sea más dura, sino que estamos ante una espuma de muy buena calidad, que ofrece un asiento muy confortable.
Dependiendo del fabricante, puedes encontrar espuma dura o suave de densidad de 35kg/m3.
Estas densidades son las más frecuentes en el mercado. Sin embargo, también puedes encontrar espumas con densidad por encima de los 40 kg/m3. Por ejemplo, la espuma con densidad 50 kg/m3 y firmeza dura, ofrece un gran confort, durabilidad y resiliencia.
¿Cómo elegir la mejor espuma para un sofá?
Como has podido comprobar, existe una buena variedad de espumas para sofás, cada una de las cuales te ofrece unas u otras prestaciones que has de tener en cuenta para acertar en tu decisión.
Así, para elegir la mejor espuma para tu sofá, lo cierto es que no existe una densidad ideal, sino que dependerá totalmente de ti y de las sensaciones que quieras experimentar al sentarte o tumbarte en el sofá.
Aún así, si necesitas algunos consejos, te recomendamos que, para la zona del respaldo, escojas una densidad de entre 20kg/m3 o 25kg/m, mientras que, para el asiento, escojas una espuma que no baje de 35kg/m3 y, a ser posible, de alta resiliencia (HR), una cualidad que influye directamente en la comodidad y durabilidad de la espuma.
También tienes la opción de mezclar espumas de diferentes densidades. Por ejemplo: si escoges una densidad de 35 a 40 kg/m3 en la parte inferior del cojín y, en la parte superior, una segunda capa, de pocos centímetros, con una densidad de entre 20 y 28 kg/m3, obtendrás comodidad y un resultado estético en la apariencia del asiento.