Uno de los miedos más recurrentes de los dueños de gatos, especialmente de aquellos que han adoptado un gatito por primera vez, es que destruya los muebles. Es bien conocido que los gatos tienen la fea costumbre de arañar, o más bien afilarse las uñas, en todo aquello en lo que pueden, lo que incluye no solo el sofá sino también las cortinas, la alfombra o incluso la pared. No obstante, hay soluciones más fáciles para evitar que arañen las cortinas o para arreglarlas en caso de que no se llegue a tiempo, si hablamos de un sofá nuevo es evidente que necesitamos protegerlo con algo más de ahínco. En este artículo te contamos algunas de las claves o trucos para conseguir que tu gato no arañe el sofá, ¡atiende!
Consejos para evitar que el gato arañe el sofá
Tanto si estamos hablando de un gato adulto como de uno joven, siempre estamos a tiempo de educarlo para que no arañe el sofá, pero no es tarea fácil. Seguramente no has oído hablar en exceso sobre la educación felina, y aunque hay cosas que sí pueden enseñarse a los gatos, estos pueden llegar a ser muy cabezones e incluso vengativos y acabar haciendo lo que les dé la gana. Es por eso por lo que en este artículo te contamos algunos trucos para alejar al gato del sofá, y otros para proteger al sofá del gato. ¡Vamos a ello!
Distráelo
Una de las técnicas más clásicas para evitar que el gato arañe el sofá y que, de hecho, muchas veces también se aplica a la educación canina. Cuando el gato esté haciendo algo que no queremos que haga debemos distraerlo con algo que le apetezca más o que le llame más la atención, de ese modo no tardará en perder el interés por aquello que estaba haciendo, en este caso arañar el sofá. No se trata de una técnica infalible y de hecho se suele aplicar con gatos pequeños, pero nada te garantiza que efectivamente vaya a desistir de arañar el sofá o si es solo una distracción puntual. En cualquier caso, siempre merece la pena probar, ofreciendo diferentes juguetes aunque preferiblemente no premios para que no interprete que se le premia por arañar el sofá.
Utiliza un spray de agua
Uno de los sistemas correctivos más inocuos y a la vez efectivos son los sprays de agua. Solo necesitas un recipiente de spray y llenarlo de agua, rociando al gato cada vez que haga algo que no te gusta. Esto es refuerzo negativo y relacionarán arañar el sofá con una sensación desagradable, ya que a la mayoría de gatos no les gusta el agua.
Productos para la tapicería
Una de las soluciones más evidentes es optar por productos especiales para la tapicería. Son muchos los usuarios que tienen problemas para evitar que sus gatos arañen el sofá, por lo que a día de hoy existen productos de limpieza concretos para repeler a los gatos o al menos esa actividad tan dañina. Eso sí, tendrás que tener muy en cuenta la tapicería de tu sofá, ya que no todos los productos valdrán por igual y corres el riesgo de estropearla si no tienes cuidado o desconoces cuál es el producto exacto que necesitas (sin ir más lejos no es lo mismo piel que tela).
Para asegurarte de que no hay ningún problema con la aplicación de este tipo de productos, nuestra recomendación es que apliques un poco en una zona no visible de la tapicería, para asegurarte de que el efecto no será dañino si lo aplicas en el resto del mueble. Si te das cuenta de que ha desteñido o deteriorado en algún sentido esa pequeña parte, busca un producto que se adecúe más a tus necesidades, y si ves que no ocurre nada negativo puedes proceder a aplicarlo en las partes favoritas de tu gato para poder librarte por fin de sus constantes arañazos.
Compra un rascador
Seguramente ya lo has intentado y de hecho no le hace ni caso. Los rascadores son una de las primeras cosas que los dueños de gatos obtienen para sus mascotas, y es que es bien sabido que los gatos necesitan afilarse las uñas y, si no disponen de un lugar específico en el que hacerlo, lo acabarán haciendo en cualquier parte (como el propio sofá). No obstante, si tu gato está ignorando el rascador en pro de rascar el sofá tal vez hay que presentárselo de otra manera y no dar por sentado que el gato no le va a hacer caso nunca.
Si sitúas el rascador cerca del sofá, es probable que le llame más la atención. Ten en cuenta, además, que existen muchos tipos de rascadores: desde las alfombras hasta rascadores de pared, que también te ayudará a proteger la pintura de esta. Intenta hacérselo más atractivo, acercárselo más a la zona en la que suele realizar esta actividad, e incluso premiarle cuando se rasca la uñas en el rascador y no en el sofá o en cualquier otra superficie. Poco a poco le condicionarás para que sepa cuál es el sitio en el que debe hacerlo y podrás olvidarte de los arañazos en el sofá.
Córtale las uñas
Una opción muy viable pero que muchos dueños rechazan por múltiples razones. Lo cierto es que si tu gato es un gato casero al cien por cien, en el sentido de que nunca sale de casa más que tal vez al rellano para curiosear, no hay problema con cortarle las uñas. Hay que tener claro cómo hacerlo para no hacerle daño y eso es algo que puedes consultar con tu veterinario si tienes dudas, pero realizar una corteza de uñas periódica te ahorrará bastantes quebraderos de cabeza. No obstante, no es la opción más recomendable para aquellos cuyos gatos sí salen al exterior y tienen la posibilidad de encontrarse con otros gatos o animales, ya que las uñas son el único recurso de defensa con el que cuentan los gatos y en esos contextos es posible que lo necesiten.
Cubre el sofá
Finalmente, si no consigues mantener a tu gato alejado del sofá por más que lo intentes, una opción evidente pero muy efectiva es la que cubrir el sofá. Si tu sofá no cuenta con una tapicería especial para hacer frente a los daños provocados por mascotas (en Sofá Center contamos con un tejido para mascotas especial que repele ese tipo de daños), puedes comprar una funda que sí cumpla con esas condiciones. Evidentemente lo ideal es informarse en detalle sobre el tipo de funda que vas a obtener, pues una simple sábana podría no valer. Ten en cuenta que tiene que sobrevivir a los arañazos del gato y, además, proteger el sofá, así que busca una más robusta o resistente que no te haga renunciar a la comodidad del mueble.